jueves, 5 de agosto de 2010

Pensaba.

Pensaba que ya me había quedado hueca, totalmente vacía de palabras para ti. Pensaba que ya me había desnudado por completo. Pensaba que ya estaba todo dicho y probablemente tú sigas pensando que así es; pero, al mismo tiempo, cada vez que cuelgo el teléfono y dejo de escuchar tu voz (esa que tanto me gusta), me pregunto cuántas cosas se habrán quedado en las paredes de mi corazón, queriendo recorrer el camino hasta mi cerebro, y así, manifestarse a través de mi voz, haciéndote creer que esto que ha sucedido ha sido verdad, parte de nuestras vidas, la de los dos, aunque breve.
Y podría decirte que también pensé en que esto iba a ser menos doloroso, pero en este caso, te mentiría. Aún así, me gusta verte bien, me gusta verte sonreír, me gusta ver que al menos, uno de los dos, va a seguir caminando sin temor a los días que vendrán sin nuestras pieles juntas, calientes.
Y me gustaría decirte que voy a sobrevivir sin tus besos de una manera perfecta, pero voy a tener que hacer malabares para poder conseguirlo, aunque tú ahora posiblemente estés riendote por dentro, o pensando que soy más fuerte de lo que parezco.
Y para acabar sólo puedo preguntarte otra cosa: ¿cuándo nos volvamos a ver ocurrirá lo mismo? es decir...¿y si para cuando esté mejor te vuelvo a ver y renace la magia que hemos sentido? ¿me tocará volver a sufrir? ¿tendré que maldecir al destino, o morderme la lengua, o soñarte cada noche para antojarte menos lejos de mí?
Supongo que ninguno de los dos tenemos las respuestas, y que, si las tuviéramos, no sería precisamente lo que quisiéramos oír.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Inevitable.

¿Sabes una cosa? Si hago una cosa bien es complicarme la vida, y con esto no quiero decir que tú seas una complicación para mí, al contrario. Sino que antes de hacer este viaje pensaba que pondría en orden muchas cosas, y lo único que he conseguido es regresar a mi casa con más quebraderos de cabeza.
Yo no sabía que nos iba a suceder esto, ni siquiera sabía que podía ser capaz de sentir tanto en tan poco, pero, joder, es que se trataba de ti, DE TI. Y era algo inevitable que esto sucediera, ¿no crees?
De todos modos, volvería a hacer este viaje mil veces seguidas, volvería a buscarte, a robarte sonrisas por calles estrechas, a tocarte y salir corriendo detrás de ti mientras oigo el eco de tu risa. Volvería a regalarte gominolas para volver tus días más dulces. Volvería, sin dudarlo, a hacer todo lo que he hecho y a introducirte en mi corazón con los ojos cerrados. Volveria a cogerte de la mano como solía hacer de pequeña. Volvería a pedirte con voz templada que me dieras un beso, de cualquier forma, pero un beso. Volvería a sentarme en ese sofá contigo, y a regalarte cosquillas hasta que no pudieras aguantarlas, y como no, me volvería y te diría que eres lo que quiero. Lo que más quiero.