sábado, 7 de mayo de 2011

Aparecer, desaparecer, reaparecer.

Hace hoy cerca de 8 meses que escuché una frase que me gustó "No puedes entrar y salir de mi vida como si fueras un vagón de metro." Pues bien, la frase me gustó, pero odio que las personas tengan la manía de hacerlo, de hacer precisamente eso, entrar y salir cuando quieren, sin dar señales, sin dejar huellas en el camino que te hagan vaticinar que volverán a pasar delante de ti.

Es cierto también que hay ciertas personas que si no vuelven jamás, desearías que lo hicieran al menos por última vez, para poder cerrar los capítulos que se quedaron a medias, finiquitar contratos que se firmaron pero quedaron arrinconados en alguna esquina de un cajón de madera, pronunciar un adiós definitivo o mirarse por última vez con ternura. Despedirse con todos los rencores olvidados y todas las cuentas saldadas.

3 comentarios:

  1. Pues yo agradezco que haya una salida. Quien quiera que se quede en mi estación, al resto, que les vaya bonito ;)


    Besos viajeros

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  2. La gente entra, sale, se va, a veces vuelve... aquellos más importantes te marcan en algo, dejan una pequeña cicatriz que poco a poco, va forjando una parte de ti... y por eso, de una forma o de otra, siempre están contigo.
    =)

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  3. LA GENTE ENTRA TAN FACIL COMO STRA EN UN BAR Y QUE SE TE ACERQUE ALGUIEN . PERO SALIR ES UN PASO MÀS IMPORTANTE , PORQUE EL "SALIR" DEJA UN CAMINO ATRÀS, HUELLAS, RECUERDOS E HISTORIA . SALUDOS.

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