lunes, 15 de febrero de 2010

Hoy mis piernas, bajo estas medias negras, parecen más suaves. Me pierdo en la textura, y pienso que a pesar de todo, hace mucho que comencé una disputa con la crema hidratante. Es invierno, y en invierno me olvido de rociarme de crema todo mi cuerpo. Es invierno, y en invierno las cosas como que duelen más. No sé, tal vez para mi el sol sea sinónimo de anestesia, y eso me haga sentir mejor, más a salvo.
Hoy fue un día malo. No salió el sol y no dejó de llover desde la hora de comer. Y a mí así los días no me gustan, y mucho menos los lunes. Pero a pesar de todo, mañana cumple años la persona que más quiero en este mundo. Y me recogerá a las nueve de la mañana en el trabajo, y entonces iremos de camino a una de las cafeterías más bonitas y más secretas de la ciudad. Y miraremos la vida pasar a través de esa ventana. Pediremos dos cafés, dos croissants, y le daré los dos regalos con toda mi felicidad puesta en mis ojos para contemplar la suya. O esa es mi mayor pretensión.
Seguro que sonríe. Seguro...

Mañana será otro día. Esta vez sí.

1 comentario:

  1. Hacer regalos a los demás te ilusiona más que no al que los recibe. Seguro que le gustan :)

    En invierno todo el mundo está más depresivo, falta de sol, frío, se hace de noche muy pronto... pero estamos ya caminando hacia la primavera y el sol tarda más en ocultarse. Sin duda vamos a mejor :)

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