domingo, 3 de octubre de 2010

Nada divertido.

Seguro que incluso antes de que nos conocieramos tu sabias que alguien como yo te iba a querer mucho, mucho. Seguro que yo en aquella época también creía en los típicos príncipes azules y en las tópicas historias que narran los cuentos de hadas. Pero el caso es que nos encontramos, como ocurre en las historias especiales de las películas que más nos conmueven, por casualidad. Y ahora mismo tampoco sé si en algún momento te consideraste afortunado por conocerme. Al menos yo así lo siento, pero no siento que sea divertido esto de encontrar algo que quieres mucho y no puedas tenerlo. No puedo sonreír ante la idea de querer mucho algo, en este caso, tus labios, tus ojos, tu manera de hacerme vivir...y no poder quedármelo.

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