miércoles, 3 de noviembre de 2010

El aviso

Te imaginé mayor, con unos cuantos años más, mirando tus ojos cerrarse al sonreír. Te imaginé con otro tipo de ropa, buscándome bajo nuestras sábanas. Te imaginé quererme de dia y de noche, como se debe querer a alguien por muchos malentendidos que puedan sucederse, por muchas malas interpretaciones que seamos capaces de llevar a cabo con las personas que de, antemano, sabemos que siempre estarán ahí. A ti te ha sobrado tiempo en 3 semanas para redescubrir quien era Laura para ti, para descarnar su alma, para comprobar a qué sabía el cariño desde el poso de sus labios y cómo se experimenta el amor desde un corazón lleno de dolor pero reclamando paz a mares.
Te dejé todos los segundos que (te) hacían falta para que tuvieras conciencia de lo bueno que puede ser todo si te rodeas de emociones y sentimientos permanentes, duraderos y sobre todo, veraces. Te sobró tiempo para darte cuenta de que mi mayor deseo era verte y sentirte feliz, disfrutar de esa felicidad contigo, compartirla para poder ser algo más que tú+yo. Y así pasó todo: compartí contigo momentos y momentos que no se escapan de esta memoria mía, que uno a uno buscan su gran hueco en cada una de las partes que me forman. Que, así no hay manera de olvidarte, me digo y te digo. Que puede que a estas alturas del cuento, haya aparecido otra coprotagonista y que si es así, tenga otro nombre, otro color de ojos y otra manera de reirse o de decirte que te va a echar de menos todo ese tiempo que no te va a tener cerca. Que es así, que me diste el aviso y yo no supe hacerte caso: no puedes sentirme si no me ves, no quieres recordarme si no me ves.

1 comentario:

  1. Tiempo sobro para darme cuenta que eras una persona especial, tiempo sobro esperando señales de que era algo para ti. Ahora leyendo estas palabras me saltan las lágrimas y el llanto, me entran ganas de patalear como un niño en su berrinche porque quiere una cosa y que se queda sin ella.

    Moriría mil veces por poder repetir una vez más aquella noche que te vi llorar viendo una película los dos juntos, por hacer esos viajes que tanto hablemos, por hacer un picnic, por pasar el resto de segundos de la humanidad contigo

    Lo que nos faltó siempre fue el decirnos esas palabras y nos sobraron los malos entendidos, y aún recuerdo tantas veces como me dijiste que éramos totalmente incompatibles pero la verdad, es que solo era una forma de autoconvercerte, porque conmigo nunca lo lograste. Sabes que nunca cerré tu puerta y nunca lo hare, porque siempre fuiste de las única persona que con una sonrisa lleno mi corazón.

    De mientras continuare soñando y esperando a que nuestros caminos se vuelvan a cruzar, porque lo que sentí por ti nunca lo volveré a sentir y esparare a ese beso que sin palabras nos digamos todo lo que nos tenemos que decir.

    Firmado un posible protagonista

    ResponderEliminar