lunes, 4 de enero de 2010

Amigo invisible

Vale que ahora no puedas actuar conmigo de manera diferente. Vale que hayas puesto mucho de ti en todo esto (para que vuelva a ser como antes). Vale que te lo agradezca, pero piensa en todo lo que he hecho yo hasta este instante. Piensa en mis palabras, en las fotografías y en las risas que he ido repartiendo con tal de que sintieras que estaba, a cada segundo, más y más cerca.
Vale que no sepa grabarme las verdades a fuego, vale que me ilusione con algo que no existe y me cueste reaccionar, vale que gaste mi tiempo en cosas inútiles. Vale que me acuerde de tus dulces favoritos y quiera comprártelos. Todo eso vale.
Pero, al final, el azar me la juega y me tocas de amigo invisible. Tú. Tu nombre en un papel demasiado pequeño pero con bastante significado. Y porque éste va a ser uno de los últimos pasos que vaya a dar para demostrarte que esto no ha sido un lapsus, que sé perfectamente cuándo estoy sintiendo, y el qué. Que siento ser cálida en el 90% de todos los momentos que forman parte de mi vida. Que siento ser contigo como soy, porque probablemente ninguno de los dos nos lo merezcamos. Que lo único que voy a hacer es reunir en esa pequeña caja las cosas que creo que aún te gustan. Y hacerte recordar que asi soy yo.

Para bien, o para mal.

2 comentarios:

  1. Sé siempre tú...
    Un beso grande guapa

    ResponderEliminar
  2. De nada sirve disfrazarse... (Créeme; hablo por experiencia).

    Besos tal como eres.

    ResponderEliminar