jueves, 30 de septiembre de 2010
lunes, 27 de septiembre de 2010
La tarde en que no le visitaron las musas.
Todos hemos hablado alguna vez de “querer y no poder”, pero casi siempre pasamos por alto lo de “Poder y no querer”. Eso es lo que a mí me ha pasado con él. Un encuentro esperado en el que le regalo más de diez sonrisas con la esperanza de que me contestes facialmente con alguna de las suyas. Pero no lo consigo. Y si ni tan solo me regala una sonrisa... ¿como iba a regalarme un beso? Por eso os menciono que las situaciones del poder y no querer acaban arañando el corazón, las pupilas y otro cumulo de partes de nuestro cuerpo en los que sentimos demasiado dolor. Yo, sobre todo, sentí desilusión, por un gran listado de cosas que percibí, pero creo que enumerarla me haría mucho más daño. Sólo sé que a veces esperas que alguien te roce la espalda con la palma de sus manos, o que nazca de él enviarte un mensaje telefónico que suene sincero. Esta vez él no ha querido estar cerca, no le han visitado las musas y a mí me ha creado un pequeño vacío.
Una cita distinta.
De sinceridad y sensatez.
Y a veces pienso que ojalá hubieras canalizado todas tus sensaciones (si es que las tuviste) tratando de hacerme sentir bien. Sólo eso.
Hubiera sido la re-ostia. Te lo digo yo.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Llámame egoísta, o nostálgica, o lo que más te apetezca.

miércoles, 22 de septiembre de 2010
Tocada y hundida.
Regalame tu foto a tamaño carné que te pedí con una sonrisa. Dibuja ese instante en el que nos miramos al espejo y ahi estabamos, los dos (juntos). Regalame un dia en Toledo para sentir que puedo descubrir (y conquistar) un lugar contigo, por primera vez. Regalame una sorpresa los primeros miercoles de cada mes. Regalame un par de sueños al año. Regalame algo que de verdad quieras que tenga y conserve el resto de mis días. Regalame algo mas que este recuerdo tuyo que yo mimé para no dejarlo escapar nunca. Yo, mientras, escribire tu nombre, haré un lazo con cuidado y te haré llegar toda mi sinceridad envuelta en palabras que, quiza, tampoco sepan empujar esa puerta que mantienes cerrada por temor a ser descubierto, invadido, y tocado. Que no hundido.Recuerda que esto no es el juego de los barcos. Que yo no quiero que digas agua. Que quiero que digas te quiero.Que yo te sigo queriendo (aunque ni puedas ni quieras creerlo).
martes, 21 de septiembre de 2010
Sobrevivir una semana.
Mañana se cumple una semana desde que te di mi ultima señal de vida: unos escasisimos segundos de mi voz. Mañana se cumplen 7 dias desde que no sabemos nada el uno del otro. Para ti habra resultado ser una semana más, para mi ha resultado ser una semana dura, dificil, algo más fría de lo normal y más vacía, y a toda esta suma de ingredientes, añádele tu ausencia, tu nombre en mi pantalla, nuestros no-diálogos y mi manera de aferrarme a todo aquello de lo que hablamos hace sólo un mes y medio.¿Tú lo has pensado? No hace ni un mes y medio desde que me marché, y siento que de nuevo somos extraños, que hemos perdido, que hemos dejado de conocernos solo porque tuve que alejarme. No es justo, no es nada justo que tu decidas alejarte mas para ahorrarte un sufrimiento que de sobra sabes que no te ha inundado. Porque tu no has
sufrido, te acomodaste a mi vida antes de que yo me marchara. Sabias de donde venia, y a donde iba. Y lo dijiste en voz alta, dandome una menor cantidad de besos por lo que podría pasar. Y yo solo hacia que dartelos por mi cuenta, imponiendo mi amor acercandome a tus labios solo para sentir que no me estabas mintiendo, que te estabas reprimiendo, que habia algo bien escondidito en la esquina de la parte derecha de tu corazon, queriendo salir y no salir al mismo tiempo.Mañana se cumple una semana desde que te llamé, y estabas conduciendo, diciendo adios a 12 horas de trabajo ya echadas a la espalda, pensando en descansar, o en olvidarme un poco más para ser todavia mas fuerte. Pero no puedo reprocharte nada, ya he conocido a muchas personas que anteponen su felicidad a la del resto, a la del resto de personas que les quieren, y es otra manera de vivir, mucho mas inteligente, aunque para mi, algo menos practica, no se llevarlo, no si pongo el corazon en todo lo que hago. Supongo que es otra de las muchas cosas que me quedan por aprender, aunque tambien hay ciertas cosas que no se aprenden nunca, y me temo que esta es una de ellas. Soy demasiado cabezota como para invitar a la gente a entrar en mi vida sin permitirme quererles hasta que me escueza el alma.Pero, si vuelvo a la raiz de lo que pretendia ser esta entrada, simplemente puedo decirte que para mi esta semana no ha sido de las mejores de mis ultimos meses, que esta resultando demasiado frenetica y llena de citas con personas de bata blanca y que el cielo esta mucho mas gris desde la ultima vez que te besé. Que esta manera de sobrevivir 7 dias sin tus palabras, es horrible, y no me gusta, pero no es algo inusual. Llevas demasiados dias sin aparecer, y digo demasiados porque creia que habiamos creado algo juntos. Algo para recordar.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Cuestión de magia.

Hazme reír.
Chócate conmigo en los coches.
Regálame algodón dulce y bésame.
Sepámonos a caramelo.
Tápame los ojos (y bésame de nuevo).
Hazme reír. Vuelve a hacerme reír como tu sabes.
Como el día en que vimos a aquel perro
correr hasta el infinito y más allá...
viernes, 17 de septiembre de 2010
Déjame ser ambiciosa por una vez en la vida.
lunes, 13 de septiembre de 2010
¿Te acuerdas?
¿Te acuerdas de la noche que preferiste mis besos y caricias sobre tu sofá a la película? Lo sé, es muy probable que no te acuerdes pero creo que voy a echar de menos al chico de esa noche en muchas ocasiones, el resto de mi vida.
Y mientras, me seguiré acordando de esa noche como si hubiera sido uno de los momentos más especiales, más intensos de todos. Parecía no acabar nunca... parecía que iba a prolongarse durante días, durante semanas y durante meses. Parecía que ibamos a estar siempre ahí, alimentándonos de besos y cosquillas al mismo tiempo, persiguiéndonos con miradas llenas de calor y de ganas. Pero te tuve, y me tuviste, te sentí y me sentiste. Respiramos y te abracé, y me quedé quieta, dándote algún beso más despistado encima de las sábanas sobre las cuales nunca imaginé que podría tocar.
¿Te acuerdas de la noche que me preferiste ante todo lo demás?
¿Sabes una cosa...?
miércoles, 8 de septiembre de 2010
¿Lo harás?
lunes, 6 de septiembre de 2010
En resumen.
Seguramente no puedas ponerte en mi situación. Muy seguramente jamás podrás acercarte a esto que siento por ti. No sabes lo que es quemarte por dentro cuando estás en el trabajo y al pedirle los datos a alguien a quien no conoces, me pronuncie tu nombre dos veces seguidas por si no lo he oído bien. Tampoco sabes lo que es salir a las ocho de la tarde mientras tus padres te esperan en una terraza para tomar algo y de vuelta a casa saludan a alguien y te dicen su nombre. Joder, ¿también tenia que ser el tuyo? ¿Es necesario escribir, escuchar y leer tu nombre casi por triplicado en menos de 8 horas? Esto no debería ser así. No.Yo debería tener un radar en el corazón, una cremallera funcional con la que poder ponerme a salvo.Yo debería haber resuelto ya la ecuación exacta, debería haber puesto en práctica desde el primer día la teoría que me salvaría del ahogo, de la pena más profunda. Debería haberte querido un poco menos. Y debería, como mínimo, haberte prohibido besarme más de la cuenta, para no llevarme tu olor, tus ojos en mis retinas, tu risa en mi cabeza, tu manera de mover las manos, tu manera de toser, tu manera de estornudar, tu manera de caminar, tu manera de bromear conmigo, tu manera de fingir que tu coche ya no está donde lo dejaste, tu manera de devorarme la boca a las dos de la madrugada. Pero, como siempre, no aprendo. Porque llegados a este punto, no necesito a alguien que me enseñe como hacerlo, solo necesito a alguien que me frene a la hora de querer para no dejarme encima del asfalto el cariño sobrante que al resto no les hace falta. Como a ti, que quizá todo te pareció demasiado.
Pero ya no me resigno pensando que llegué en el momento equivocado, en un instante de tu vida erróneo, en el capítulo impreciso. No. Lo he dejado todo en tus manos y lo único que puedo pensar es que los dos estuvimos equivocados. Pero no vas a aparecer, no vas a convencerme de lo contrario. Ni siquiera vas a gastar de tu tiempo en escribir un resumen como hacíamos de pequeños sobre todo esto. Ni siquiera te molestarías en poner un título a la redacción cuyos protagonistas fuéramos nosotros. Ni tan solo te esforzarías por escribir un final cualquiera para los dos.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Perderse.
