Y yo que pensaba que con uno de mis besos, (de nuevo y después de tanto tiempo), podrías volverte loco otra vez.
Y yo que pensaba que extrañarías mis dedos en tu cuello y mis ojos en tus ojos.
Y yo que pensaba que te pondrías rojo y que dentro de ese corazón (el tuyo) algo se movería, se inquietaría, y todo comenzaría a latir más deprisa.
Y yo que pensaba que todo podía ser diferente y que algo de ti me llegaría a querer mucho, mucho, mucho. Otra vez.
Pero a veces no hay más salidas que la de borrarse sonrisas a sí misma, tensar la mirada, volverla fría, (y volver frío, de paso, el corazón), y ausentarse.
Porque te digo que uno de mis propósitos para el nuevo año será ser más fría, y a ti no te parece algo anormal. Y no me pides que sea distinta, que no pierda el calor ni el cariño hacia la vida. Y me despides en tu coche, dejandome con el sueño en los ojos y con las lagrimas en el fondo del vaso.
Porque al final, ya no me quedan lágrimas. Se las llevó el tiempo, y la tela suave de mi almohada.
Porque me encantaría sonreirte y decirte: "Somos aquellos, y vamos a ser más felices que nunca".Pero tú no eres el mismo, y a mí me falta cambiar.
Sí. Es de "El lado oscuro del corazón 2", dear.
ResponderEliminar¿La has visto?
Muá.
No! No se me bajo y quiero ver la primera que la tengo!
ResponderEliminarUn beso enorme!
Ni se te ocurra cambiar (y mucho menos ser más fría).
ResponderEliminarSólo elige mejor a quién besar.
Un beso,
No es bueno tener el corazón frío... Mejor será manos frías, corazón caliente.
ResponderEliminarun beso!