domingo, 20 de junio de 2010

¿De verdad no hay tiempo para todo?

Puedes pasarte toda la tarde de la víspera del examen más importante y jodido de tu vida mirando a la pantalla de tu móvil, o poniendole el volumen a tope que no llegarán las palabras que esperas. Puedes pasarte toda la noche mordiéndote las uñas o mirando hacia la luna que no sonará el maldito teléfono para recordarte que las personas siguen estando ahí, porque saben, y porque sobre todo, quieren estar ahí. Puedes hasta sorprenderte de la de personas que aparecen en esa víspera y que hasta hace mucho no conocías. Entonces es cuando intentas pensar que a veces todo está al revés, y que te has pasado toda la vida engañándote a ti misma sobre quienes creías que aparecerían, y no. Y vale, puedo perder la esperanza, y puedo armarme de valor y confeccionarme una sonrisa a medida mientras salgo por esa puerta, porque al fin y al cabo, es eso lo primero que me va a sacar del agujero. Eso, y que alguien vaya a buscarte, y que te devuelva la sonrisa.
En realidad, puedes pasarte toda la vida queriendo a alguien o creyendo en multitud de personas, para darte cuenta, después, de la de veces que te fallaste a ti misma y permitiste que te dañaran.
Supongo que eso se está acabando, y que voy a dejar la misma idiota de siempre.
Porque, joder, ya está bien.

2 comentarios:

  1. La percepción de la "idiotez" personal , cambia.
    Pero está probado que sonrisas atraen a sonrisas ( aunque de momento, te la tengas que confeccionar a medida).Un beso

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  2. "...y no me sale pedirte que estés, porque no valoraría tanto tu presencia si la reclamo, el verdadero sentido lo daría que me conocieras tanto (como yo a ti) que vinieras sin que tuviera que llamarte"

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