Han pasado tantas cosas por mi cabeza y tan pocas por tu corazón, que lo único que puedo pensar ahora es que lo único que has hecho es ayudarme a cerrar un capítulo, si es que una vez lo hubo. Ni siquiera tengo que enseñarte a olvidarme, me impresiona tu forma de vivirme.
Yo, que había pensado que todavía nos quedaban minutos para hacerte reir y para que hicieras de acompañante vip en uno de los conciertos de mi cantautor favorito.
Yo, que he pensando en mil cosas contigo. Yo, que he gastado de mi tiempo en vano. Yo, que no me di cuenta que también tus palabras estaban a punto de caducar, y que todo el sentido de lo que tuvimos, se quedó en el km 80 de la carretera que nos separaba. Aunque, a decir verdad, más que los kilómetros, lo que me separa a mí de tí, eres tú, y eso duele, pero a ti no te importa mi dolor y yo me muero con solo pensarlo.
Sin duda, me merezco algo más.
Que largo se ha hecho hasta que han vuelto tus palabras. La pena es que sean tristes, parecía que tu blog se estaba tiñendo de colorido. No debemos perder las ansias de confiar en alguien. De verdad. Por fin. De una vez. Alguien auténtico de verdad existe para nosotros. Espera encontrarnos o ser encontrado. Pero existe. Ánimos desde Toledo
ResponderEliminarGracias toledano, por volve y por leer(me) :)
ResponderEliminarAunque echo de menos algo que pueda identificarte, algun sitio donde tambien pueda leer tus letras.