viernes, 3 de septiembre de 2010

Perderse.

Es fácil perderse sola (y mentalmente) en un sitio tan grande una tarde de julio. Es más fácil todavía perderse dentro de cuatro paredes de las que cuelgan cuadros que reflejan esos sitios donde sabes que podrías ser feliz. Es fácil dejar de ver todo de manera correcta cuando el sol potente de las cinco de la tarde es capaz de dislumbrarlo todo. Pero sobre todo, es necesario dejarse llevar, perderse, hasta que quieras llegar a casa, hasta que alguien te encuentre despistada con una sonrisa entornada.

2 comentarios:

  1. Te invito a perderte conmigo aunque creo que esa forma de perderse es para con uno mismo. Hacía tiempo que no pasaba por aquí y, bueno... ya me ves invitándote, a distancias prudenciales, a perderte entre los versos sin un abismo! Espero que vaya todo bien en tu pequeño universo! :) Un besote!

    ResponderEliminar
  2. Si es cierto, es tan facil perderse, y de echo, muchas veces hasta viene bien.
    Encantada de volver a leerte, te sigo sin duda (:

    La chica de las palabras desgastadas.

    ResponderEliminar