lunes, 21 de diciembre de 2009

La chica más triste de la ciudad

Ocurre que me descolocas, con esa actitud que no había visto nunca en ti, la de vivir el momento sin llegar a sentir, sin llegar a pensar(me) después de besarme, sin llegar a querer entrar en mi corazón como yo si quisiera entrar en el tuyo. Ocurre que sólo me quieres como amiga pero al mismo tiempo, existe esa atracción que te hace llevarme al planetario a las dos y media de la madrugada para arrebatarme los besos que no he dado hasta ahora, para quitarme la palabra y dejarme tu saliva y tu calor en mis labios. Besos que para ti significan minutos de calor y para mí tienen sabor a cariño. Y entonces sucede que sentimos desde puntos diferentes. Y para ti la noche es una más, y para mí es otra en la que sin tenerte, te tengo.
Y no me pidas que te explica por qué siento esto. Al final me despojo de mis secretos y te digo que me gustas. De nuevo. Aunque no como antes, o casi. Si fuera(s) como antes, todo sería diferente y tú te habrías ido a la cama con una sonrisa al ver mi mensaje. Y no me habrías dicho lo siento sólo porque te digo que me importas y que me gustas. Y no me habrías aclarado que estos besos no van a sucederse cada viernes o cada sabado, que surgiran cuando a ti o cuando a mi nos apetezca, y que si a una de las dos mitades no le apetece, que mi cabeza no se llene de pensamientos negativos.
Y te lo dije, y lo sigo diciendo. Decirlo es fácil, sentirlo no.
Además, tú eras así, tú eras como yo. Siempre atento a escuchar la teoría pero no sabiéndola aplicar a la práctica con máxima perfección.
Porque éramos, sin querer, perfectos imperfectos. Y congeniábamos, porque a mi me gustaba recibir tus palabras después de una noche de fiesta y a tí también. Y eras feliz con eso.
Y te salían las palabras bonitas del alma. Pero ahora ya no.
Me lo confiesas y algo de dentro de mí, se muere poco a poco. Se vuelve ceniza y entonces yo ya no puedo remediarlo: ese chico que fue parte de mi vida ya no está y me sume en parte de tristeza que aunque te la definiera, no podrías verla nunca.
Es como si yo de repente dejara de ser cariñosa, cálida o tierna ante tus ojos. Y puede que durante unos meses no llegara a serlo, pero ahora me ves, y sabes que soy yo. Que me reconoces perfectamente. Que sigo intentando sonreir de la misma manera, y que si no lo consigo, me mato hasta hacerlo. Y también quiero con el alma, con el corazón, con la piel, con mis rodillas flexionadas sobre el asiento de copiloto de tu coche y con mis ojos, que te miran cuando te das o no cuenta.
Me choca que mis besos no te den aliento. Que mis besos no te parezcan besos especiales. Que sean besos, sin más. Ocurre que la última noche de sábado del otoño te confieso lo que ahora siento por ti, y las cosas ni deben ni pueden cambiar. Por eso creo que me perdí algún capítulo de cualquier libro que puediera servirme para enseñarme a quererme un poco más. Por eso, además, te confieso que este año ha sido el peor de todos los que llevo viviendo aquí. Y que sí, que lo borraría. Y tú no sabes bien por qué, pero sí conoces algunas de las razones por las que he sido la chica más triste de la ciudad.
Y si no lo sabías, ahora lo sabes.
Sólo un abrazo de verdad, una mano caliente abrigando mis mejillas, servirían (un poco) para aplacar mi dolor, y volverlo algo transparente. Sólo tus dedos secando mis lágrimas delante de mi portal hubieran adelantado este proceso, y te habría querido un poco más. Y tal vez deba darte las gracias por no haberlo hecho.

5 comentarios:

  1. Como hoy tengo el día tonto. leerte me ha echo sentir un poco más triste...
    El día desapacible, la lluvia, el gris...

    Yo sí que te daría un buen abrazo...

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que como dice la canción, cada historia tiene su final. Y es que en cada historia, tienen que tirar los dos del carro. Cuando es uno sólo el que siente, cuando es uno sólo el que arriesga, entonces no estamos hablando de una relacción entre iguales. Uno sufre el otro pasa. ¿Porque somos así?

    ResponderEliminar
  3. Pasarán las lágrimas y dejarás de ser la Chica más triste de la ciudad.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. No sabes cuanto comprendo y comparto tu dolor.

    ResponderEliminar
  5. hola, buscando por ahi en internet de manera extraña me vi leyendo tu post! un lujo conocerlo

    ResponderEliminar