viernes, 11 de diciembre de 2009

La última oportunidad

Si quieres te doy todo el tiempo del mundo, todo el tiempo del mundo para olvidarme (más y del todo).

Es eso lo que siento a veces, que quieres tiempo para separarte de mí, o para agarrarme y soltarme por momentos. Pero yo nunca funcioné así. De siempre he sido emocionalmente dependiente de las personas que depositaban cariño sincero, gratuito, especial en los rincones de mi corazón.

Es lo que siento cuando te miro y veo que antes me ahogaba con tanto amor en tus pupilas y ahora ya no hay nada que decirse, o casi nada. Y siento que eso solamente me apena a mí.

No sé, no encuentro sentido a estas palabras, no ahora que despues de un año de soledad, incompresion y distancia... volvemos a intentarlo. A ser amigos. A ser quiénes éramos. O algo parecido.

Puede que no lo sepas pero ésta va a ser una de las cosas que más me cueste conseguir, porque sé que nos hemos ido volviendo incompatibles. Que así lo hemos forzado. Que tus sonrisas ya no encuadran en las mías ni mis manos encajarían con las tuyas, en las tuyas. Puede que nos hayamos distanciado tanto tanto...que cuando volvemos a tenernos cerca, todo sea demasiado extraño como para que tú logres entenderme, o mucho peor, quieras molestarte en entenderme.

Y sé que estas palabras volverán, intuyo que vendrá algo, alguien, o tus pensamientos o los míos y lo estropearán todo y entonces tendremos todo el tiempo del mundo para tratar de olvidarnos de la manera más compleja. Porque es así como son los olvidos: difíciles, complejos. Y a mí me desquician.

A pesar de todo lo ocurrido hasta día de hoy, siempre me costó no pensar en ti, no trazar tu nombre con las letras de mi mente y no pensar que quizá estabas siendo mucho más feliz que cuando compartiste tu vida conmigo.

Puede que junto a esos pensamientos, vengan otros inútiles a aliarse conjuntamente y esta última oportunidad entre nosotros, pierda todo su valor, y nosotros, nos perdamos para siempre. Pero, dime una cosa, dime que ocurra lo que ocurra, que terminen como terminen las cosas, habremos puesto toda de nuestra parte para que salga bien, para que nos mantengamos fieles y pacientes hasta el final. Dime que intentaremos soportarnos y volver a cargar de cariño parte de nuestra piel y nuestros brazos. Dime que serás sincero, que tendrás tiempo, que serás objetivo y que a pesar de que acabemos separándonos para siempre por no haberlo conseguido; seguiré teniendo un pequeño puesto alquilado en el agujero más recóndito de tu memoria, y que en él, no me guardarás rencor. Y que sabrás portarte bien con mi recuerdo. Que no lo despreciarás, que estará(é) ahí.

Porque si alguna vez termino por desaparecer, de aquí/para tí; espero que cualquier recuerdo de años atrás sirva como mi presencia infinita, y así, todo estará en calma. Y no habrá más dolor, ni más sueños rotos, ni más manos vacías.

1 comentario:

  1. cuando hay tanto dolor por medio, nada vuelve a ser igual, pero hay que intentarlo, seguir caminando sin mirar atrás, sabiendo que aun te esperan muchas cosas buenas.
    un beso

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