martes, 13 de abril de 2010

Ojalá

Otra vez te he soñado, y no me gusta nada. No me gusta nada porque desde que desapareciste para mí y yo para ti, más que sueños, son pesadillas. Vuelves a mi vida, vuelvo a ese instituto y nos encontramos por los pasillos. Pero, en mis sueños, o bien estás locamente enamorado de la que fue mi mejor amiga, o bien vas de la mano de tu actual novia. ¿Cómo remediar esto? ¿Cómo dejar de soñar? ¿Cómo no sufrir por este conjunto de tonterías que me acaban acompañando siempre?
Como ves... yo sigo con mi vida, dirigiendo las riendas de la mejor manera que sé, mientras tú sigues con tu vida sin pensar en lo que has perdido, o en lo que querrías recuperar. Pero, ya no soy tan ilusa, supongo que ya no lo sabrás, y ni siquiera te lo imaginarás, pero si me vieras...si volvieras a mirarme a los ojos, sabrías que ya no espero tanto de las personas, me he vuelto algo menos inocente, y eso no está mal para gente como yo, que deposita demasiado cariño de su corazón rojo en ojos ajenos, en los que confía siempre demasiado.
Y supongo que más que cansada, estoy harta. Acabo recuperándome, pero, prefiero no mentirme, ni mentirte, ni mentir al mundo en general, manifestado una mentira a voces, como que “te olvidaré para siempre”.
Yo no sé romper con las personas tan radicalmente, a pesar de todo el daño que puedan hacerme. Digamos que sólo soy un sujeto más del género idiota, o simplemente, una persona con sentimientos reales, profundos y a flor de piel. Tan a flor de piel que hasta los más bonitos acaban doliendo.
Y saber que tú no podrías llegar a sentir ni la décima parte de lo que yo he sentido en estos 8 meses de distancia completa y absoluta, me mata. Pero resucito de nuevo, con tu recuerdo, siempre. Pero ojalá ese recuerdo fuera un recuerdo sano, bonito, limpio. Ahora ya no lo es. Ya no es el mismo recuerdo que hace año y medio, cuando aún la confianza reinaba y se paseaba tranquila y equilibradamente sobre el hilo del lazo de nuestra amistad.
Porque lo éramos. Éramos amigos. O al menos yo te consideraba un buen amigo y tú a mí una buena amiga. Supimos escucharnos, comprendernos y darnos consejos.
Sin embargo, tú no supiste valorarme, ni quererme, ni tenerme, de ninguna de las maneras. Y yo, al final, necesitaba recibir algo. No podemos estar toda la vida sin sentirsos admirados, en cierta parte, aunque sea ínfima, por alguien a quien le damos tanto, de un modo tan ciego.
Y así persistirás. Siempre. Ciego con mi ausencia, ciego con todo lo que te di y con todo lo que te hubiera dado si hubieras sido bueno conmigo.
Ojalá un día te despiertes después de haberme soñado. Ojalá sufras una milésima de lo que yo sufro con cada sueño en que tu sonrisa blanca y tus ojos profundos aparecen frente a los míos. Ojalá un día te arrepientas de todo lo que no hiciste, y aprendas a no tratar a nadie más como tú supiste hacerlo conmigo.
Ojalá un día desees encontrarte a alguien como yo y le sepas dar todo el cariño y toda la bondad que a mí no supiste darme.
Ojalá algún día extrañes tanto a alguien como yo, porque, a pesar de los pesares, y a pesar de mí, te extrañaré toda mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario