lunes, 15 de marzo de 2010

Norte y norte, o sur y sur.

¿Por qué si tú y yo no somos dos polos iguales nos repelemos? ¿Por qué parece, en mis sueños, que compartimos la misma corriente eléctrica, la misma orientación y las mismas fuerzas magnéticas? ¿Por qué esto de soñar que nos encontramos y no podemos estar más de cinco minutos (cinco míseros minutos) mirándonos a la cara? ¿Por qué al final te muestras serio, te enfadas y te vas? ¿Por qué no puedes actuar como si la vida no fuera tan injusta a veces, y volver a confiar en que hay momentos, y posibilidades para todo? ¿Por qué no has aprovechado esta noche para verme, darme dos besos, un abrazo cálido y decirme que está bien eso de poder hablar de nuevo frente a frente?
Sinceramente, no lo sé. No sé por qué te sueño la madrugada de un lunes en la que descubro que a pesar de no tener apenas nada en común, parecemos norte y norte o sur y sur, y no nos aguantamos, no nos juntamos, no nos intercambios palabras y no acudimos juntos al restaurante al que los dos debíamos llegar. Pero qué ilusa. Debí preveerlo antes de imaginarte y verte en ese lugar. Estaba claro que tú no ibas a ir, que no podrías soportar ese momento, que te gusta complicar más las cosas, y ser orgulloso, o cabezón o egoísta. Pero yo no he podido poner el esfuerzo de ambos, bastante puse y lo perdí. Se perdió.

Al igual que nos hemos perdido.

Sólo me quedará soñar.

1 comentario:

  1. ¿Porque no intentas pasar pagina? ¿Porque no lo metes en el saco de historias del pasado a olvidar? Al fin y al cabo, no te merece.

    aNa

    ResponderEliminar