jueves, 18 de marzo de 2010

Procurar intentarlo.



¿Y qué pasa cuándo una ya no puede creer en nada ni en nadie? ¿Qué pasa entonces?
Que te despiertas y ves que has perdido el tiempo, ilusiones y sentimientos por el camino. Los que merecían la pena, se quedan incrustados en las esquinas de tu corazón, resistiéndose, y robándote alguna lágrima. Los que no, se escurren por los agujeros del fregadero de tu casa, a la que te aferras para sentir que ésta es la única manera de salir adelante, confiando un poco menos y queriendo con algo más de seguridad. Y tapas heridas de la mejor manera que sabes y aprendes a vivir, porque ese algo o ese alguien que ya desconoce lo que hay en ti, no persigue tu felicidad en sus sueños. No quiere vivir en parte de tus días, y en definitiva, ya no tienes ningún punto especial en su lista de cosas que atender.
Todo es cuestión de pintarse bonitos los ojos, y salir en días de sol a intentar comerse el mundo con una sonrisa grande, creyéndose al mismo tiempo que el corazón puede cubrirse con otra piel, difuminando daños que superados o no, ya no nos corresponden. Todo es cuestión de no precipitarse, de dedicarse un día a la semana para vivir. De procurar no hacernos daño a nosotros mismos, que somos los únicos que nos lo podemos evitar ¿o no?

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, pero sigue creyendo, ¿vale?

    (Te veo comiéndote el mundo).

    Besos con sonrisa.,

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  2. Volveras a creer y a vivir los 7 dias de la semana.

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