martes, 6 de enero de 2009

Anoche, tú

Anoche me acosté pensando en ti, no forma parte de mi rutina, pero sí es una de las cosas que hago de vez en cuando. Antes de cerrar los ojos apareces tú, también después, pues te introduces en mis sueños y te resistes a marcharte. Anoche te imaginé, cerca mío. Compartías mi cama y me mirabas. No había mucha luz, sólo estaba encendida la pequeña lámpara verde. Daba luz suficiente como para mirarnos a los ojos y saber el color de los tuyos y los míos. Pero no me hacía falta mirarlos para saber de qué color eran...
Anoche pensé en ti, en tu nombre, en tu manera de mirarme y en los besos que no me has dado. Pensé que me decías "Cualquiera en mi lugar se sentiría afortunado de que alguien como tú me quisiera tanto, cualquiera en mi lugar te cogería de la mano y no te soltaría más". Siempre lo supe... mi imaginación no entiende de límites. Creo que referente a ti ya traspasé muchas barreras, al menos las de la realidad. Tú nunca podrías decirme eso, por mucho que yo lo deseara y por mucho tiempo que esperara.
Estamos destinados a vivir siempre en este tira y afloja del que te hablé la otra tarde. Vivo destinada a echarte de menos y a hacértelo saber muy de tarde en tarde para que no adivines que te sigo queriendo... y tal vez, para que no pienses que estoy loca porque ya han pasado seis años y cuando te vuelvo a mirar siento lo mismo que la primera vez. Tú, tú eres distinto a mí. Demasiado. Y te conformas con hablarme y saber que estoy ahí. Ignoras lo que siento, lo que pienso y lo que deseo, y creo que eso no deja de ser malo, porque, aunque esto fuera distinto y lo supieras, nada cambiaría.
Anoché pensé en ti y en mí, en lo feliz que sería si el tiempo me regalara la oportunidad de tenerte más cerca, de besarte y sentir, que por una vez, tú también eres capaz de quererme, de alguna manera distinta a la de hoy, a la de ahora. Pensé, también, que nunca te has marchado de mi cabeza, y que, a pesar de todo, por mucho que me fastidie o me saque de quicio, una parte de mí va a estar queriéndote siempre.

2 comentarios:

  1. Si, cuando algo, alquien... te marca, te marca para siempre y siempre lo tendras presente. Asi lo pienso yo, y asi creo que sera. En unos años te cuento... ;)

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  2. Dicen que hay amores que nunca mueren. Lo que parece que sí que hacen es llegar a algún punto oculto en nuestras mentes y quedarse ahí al fin, en paz, sin molestar. Y después los recuerdas como lo harías con el verano de tu vida o el mejor de tus viajes.

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