domingo, 25 de enero de 2009

Del por qué de las noches tristes

Ayer alguien que acababa de conocer me dijo "La vida termina recompensando a quienes han sufrido tanto". Después, esa misma persona le preguntó a mis padres "¿Y ella ahora está bien?". Yo me exigí perder la mirada en ese mismo momento. Pensé en lo que hasta entonces había sido mi vida. Se me pasaron varias personas por la cabeza y me acordé de tiempos viejos, felices, mejores.

Yo no sé si lo que ayer escuché tiene parte de razón o no. No sé si la vida va dejando pequeñas sorpresas en momentos futuros que seguramente viviremos. O no. Tampoco sé si por no abrir puertas que están demasiado lejos nos perderemos lo mejor. No sé si las lágrimas derramadas han servido, siquiera, para cubrir alguna herida pequeña que no quisimos mostrar a los demás. No sé si las mías,mis lágrimas, han sido capaces de ir a juego con la sonrisa mediana de todos mis días y mis ganas de saber por qué.

De por qué siempre lloro cuando algo me hace daño y no logro, a pesar de los años que van pasando y quedándose en mi espalda y en mis ojos, hacerme más fuerte. Pero no soy capaz. Y de por qué pienso más de lo que debería y en las noches tristes quisiera no existir. Y que me tragara la tierra en momentos en los que las lágrimas me ahogan y mi almohada se vuelve más fría de lo natural. Y que la vida pesara menos y las personas decepcionaran lo justo. Que los amores siempre fueran dulces y las historias no tuvieran siempre un final a destiempo. Que las voces amigas dejaran siempre un beso en la mejilla y los zapatos nunca se quedaran viejos. Que los sueños fueran algo más que sueños y las lágrimas se hicieran cargo de la mitad de la debilidad que me define. Que pueda secarme el agua de los ojos con mis manos antes de que mi madre entre por la puerta y que los recuerdos no dejaran la sensación de soledad y miedo en mi alma. Que todo fuera un poco más fácil, aunque sólo fuera un poco...

3 comentarios:

  1. Mas que nunca, te entiendo con esto. Parece que las lagrimas hacen fuerte, yo soy una llorona, eso me dice, que soy de lagrima facil.. Pero cuando algo me puede, me vence, me supera, me hace daño... las lagrimas siempre recorren mi cara y son casi 21, y todavia no he podido evitarlo.

    Alegrate niña, que vales demasiado. Y siempre nos decepciona todo. Esta es mi medio reflexion de anoche, pensar lo que tengo y sentirme feliz por ello.



    En muchas situaciones, intento quedarme siempre con todo el lado positivo de las cosas. Cuando algo se acaba, intento recordarlo como lo bonito que se vivió. No seré capaz de acordarme y decir cosas sin ninguna lógica para justificar el comportamiento. Indirectamente, se hace daño y son cosas que se pueden evitar para hacer el mundo menos malo. Sé que muchas veces la sinceridad hace daño, pero en otras era lo correcto.

    La vida nos pone demasiadas pruebas a nivel individual, colectivo... Y pocas son superadas con nota. Yo a día de hoy, intento que esas notas sean lo suficientemente altas, entro en la cama sabiendo que tengo y que no tengo. Por eso las cosas duelen menos, cuando no tienes algo, no te puede doler.

    Quizás sienta esto ahora más que nunca. Se puede prescindir de muchas cosas, pero muchas veces no lo haces por las posibles represalias. Todavía en este aspecto, me quedan cosas por aprender.




    Es una tonteria, lo se. Pero mas fuerte no te haces de las cosas, o por lo menos a mi no me ha pasado asi. Estoy en una etapa de mi vida en que cuando piensas que algo no te puede decepcionar mas, lo hace. Es como el domino, se cae una ficha y crees que no se caen mas, pero sucede. Yo ahora intento no pensar, acordarme de las que se han quedado en pie.

    Un besito y cuidate muchisisisisisimo.

    ResponderEliminar
  2. Siempre se consigue ser fuerte...
    Pero hay veces que todo nos puede,
    aún y así hay que seguir adelante...

    Es un placer leerte

    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Esto es lo más bonito que has escrito en el nuevo blog. Y comentarios...en "persona" ;)

    ResponderEliminar