domingo, 11 de octubre de 2009

Octubres

Octubre no es el mes más triste del año. Octubre es el segundo mes más triste, o más raro del año, en lo que a mí respecta. Por experiencia. En un octubre de mi vida, se quebraron muchas cosas, se cerraron capítulos, se finiquitaron despedidas, se firmaron papeles, se vendieron casas, se compraron billetes, se llenaron maletas y se vaciaron los ojos. Mis ojos. Nunca fui tan infeliz.
En otro octubre de mi vida, comencé una etapa de transición que no terminaría siéndolo hasta que otra persona tuviera que decir, también, "adiós".
En otro octubre me rompieron el corazón, de la manera más cruel en que se puede romper un corazón. Mis venas se resintieron, los insignificantes destellos que aún le daban luz parpadeante a mi corazón, también se fundieron.Pasé de ver poco, a verlo todo negro.
En otro octubre me visitó la soledad de la manera más profunda, más acuchillante, más amenazante. No quise ser nadie.
Pero, este octubre, tiene que ser, (y es) diferente. Con noches como ayer, en que lo más importante es sentirse querida por brazos de personas que siempre están ahí, con ojos que te sonríen de la manera más certera, con la paciencia compartida porque ese camarero nuevo no te sirve lo que demandas y lo que de verdad te apetece (y aún así te ríes y te repartes veinte patatas entre cuatro, y después descubres que sólo llevaban ketchup), con la risa contagiosa, con estatuas que tienen historia, con un tour de parques y plazas que te presentan un espectáculo donde gana quien mejor sepa mover con locura las caderas y aquella parte donde la espalda pierde su nombre, con un cargado y dulce mojito en la boca y con conversaciones que te hacen olvidar cosas como que en muchos octubres fuiste la chica más triste de tu edificio, de tu ciudad y comunidad. Y olvidas que este octubre podría ser peor pero no. Olvidas, también, que él no aparecerá pero tampoco te hace falta, de momento. Olvidas parte de las dificultades de la vida, porque por una vez, sabes que estás bebiendo no con el objetivo de ahogar las penas. Tus penas.
Y te pones a pensar, y piensas, de hecho, que se puede sobrevivir de muchas maneras distintas, y que no es urgente buscarlas ahora mismo
Y, al final, olvidas todo eso y te pones a bailar.

3 comentarios:

  1. Octubre para mi siempre fue un mes de transiciones, de cambios...
    Este octubre es más raro que los demás..

    Besos

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  2. para superarlo....
    nada mejor que bailar sobre tus cenizas..

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