viernes, 2 de octubre de 2009

Se acabó la función y tú te lo llevaste todo.

Hacía semanas que no escuchaba esta canción, después de escucharla durante todo el verano subida a mi bicicleta morada. La parte mala de escucharla ahora, es que sin el mar delante de mis ojos, como que duele más. La segunda parte, (y mala, también), me hace sentir que tú, al escucharla, no has pensado en mí, y sin embargo, he estado la mitad del verano creyendo que toda la letra de esta canción te recordaría a mí, a la relación que hemos tenido entre ambos. La primera vez que la escuché, se me pasó una cosa por la cabeza, y es que, creo plenamente que ha sido una casualidad que tu cantante favorito o uno de tus favoritos ha escrito una nueva canción (y single, al mismo tiempo) que habla de una relación difícil, del olvido, del abandono, de la separación, del reproche, de las cosas que se pierden. Y entre tú y yo, ha sucedido todo eso. Tú me olvidas, yo lo intento. Tú te alejas y yo te "abandono". Nos separamos en diferentes puntos, me reprochas y te reprocho en distintas medidas y perdemos cosas que igual, sólo igual, no merece tanto la pena conservar. Me hubiera gustado estar dentro de tu cabeza, y haber sabido a ciencia cierta qué persona apareció en ti cuando escuchaste o leíste la canción.

Dichosa canción. Parece mentira que sea tan exacta, y que para mí, todas sus sílabas delaten esto que hemos vivido y desvivido. Cómo me hubiera gustado (y me gustaría, todavía) que la escucharas y pensaras lo mismo que él. Pero ya no puedo colgarme a la espalda eso de que "de ilusiones también se vive", porque no siempre funciona. Para mí ha comenzado a ser un tópico más, algo que nos queremos creer, pero que no nos garantiza nada. Tú fuiste una ilusión grande, podías haber sido un amigo más grande aún, y, por contra, todo se nos quedó en el camino. Y tú te encargaste de borrar todas las huellas, dejando las piedras más grandes. Más grandes que tú y que yo.

Qué voy a hacer, sin poder hablarte.

Cómo volver a creer, cómo inventarte.

Que me queda sin tenerte, que me queda,

a que esperas para olvidarme.

Pierdes la paciencia y yo la entiendo pero no sé esperarte,

cuento lo que queda y sólo pienso dónde pude fallarte.

Cómo volverte a ver, cómo olvidarte.

Si alguien llegara y me dijera que esa melodía te hace pensar de la misma manera, y que alguna vez, sólo alguna, has dudado en olvidarme, o no has podido, o has querido reencontrarte conmigo, o has gastado parte de tu tiempo en qué punto me fallaste, me haría sentir que a ti las cosas también te duelen. Pero nadie ha llegado, y ya no quiere que llegue.

Se nos hizo tarde. Se nos hizo de noche. Y las luces se fundieron.

Se acabó la función. En realidad se acabó todo. (Y hasta la admiración te la llevaste, y aún así, puede que no te quede nada mío).

1 comentario:

  1. Busco la respuesta y no comprendo tu forma de marcharte!! aii Antonio Orozco! Menuda cancion!

    ResponderEliminar