jueves, 17 de septiembre de 2009

Que sea más importante una reunión de amigos y una concentración de rones y whiskies que mi llamada alegre, después de más de tres meses sin sabernos, me duele, me molesta me enfada. Y si las voces fueran garras, mi piel estaría llena de arañazos.
Tu "ahora no es el momento" me hundió. Yo no tuve que enterrar ningún orgullo ni meter mi cabezonería en ningún agujero para llamarte.
Quería saber de ti, y bueno, qué puedo hacer ahora, yo no sabía que tú eras tan diferente.
En resumidas (muy resumidas cuentas) y tal y como decía dicha canción (aunque nunca puse un sueño en la base de tus dedos): FALLO MÍO DAR UN SUEÑO A QUIEN NO SABE TENERLO.
Qué me das y que te debo para cerrar este juego.
Sólo me queda saber dónde irá lo que te di
si no supiste tenerlo y conmigo no ha vuelto.

1 comentario:

  1. Ya ves, vaya ASCAZO!
    menos mal que esa noche apareció Osi el Oso para cuidarnos :)

    ResponderEliminar