sábado, 26 de septiembre de 2009

Si tu veux, je t'apprend le français.


- Me gustaría irme al extranjero, a aprender inglés o frances, por ejemplo. Porque lo cómodo es esperar. ¿Te vienes conmigo?
- Estás loco.
- Anda que tú y yo no nos íbamos a entender bien. Yo cocino.

Y en estos momentos, me muerdo la lengua, cruzo los dedos y dejo de escribir que me encantaría que aprendieras a cocinar crêpes para dos. Que yo compraría postales para decorar nuestras paredes y te enseñaría parte del francés que aprendí en el instituto. Que dejaría atracción por tu piel en cada segundo compartido en cualquier café. En lugar de todo eso, te pregunto si has bebido alguna cerveza, e intento pensar en otras cosas, en otras muy diferentes a estas, pero que, muy seguramente, no pueden ni podrían aportar tanta vida.

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