domingo, 20 de septiembre de 2009

Sin palabras

- Hoy estoy cansada, pero ha sido un bonito día. Ha venido mi madre a recogerme al trabajo, no hay nada como eso, que vengan a recogerte.
- Igual un día te llevas una sorpresa, no sé si buena o mala, pero en definitiva una sorpresa.
- Yo lo que creo es que tú no eres de dar sorpresas, y mucho menos a mí.
- Pues ahora mismo a quien me apetecería darle una sorpresa sería a ti.
- ¿Y por qué?
- Porque me gusta hablar contigo, y supongo que estar contigo también. Y que tengo ganas de verte. Y que a veces me dejas sin palabras.

1 comentario:

  1. Esta entrada me recordó mucho a Princesas... Supongo que todos esperamos que alguien nos busque, nos espere, nos haga sentirnos especiales de alguna manera... incluso en las situaciones más complicadas...

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